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Existen dos tipos de personas en los gimnasios: las que van y las que no. Las que van suelen tener un objetivo en mente, ser disciplinadas o bien necesitar los entrenamientos para aprobar unas oposiciones. Los amantes del deporte también entrarían en el grupo de las personas que van, y decimos amantes de practicarlo, no de verlo desde el sofá.

Los que no suelen ir, se apuntan con la mejor de las intenciones para mejorar su forma, desconectar de la rutina diaria, conocer gente o adelgazar, pero si la motivación no es lo suficientemente fuerte, la buena voluntad empieza a flaquear y con ello descienden las visitas al gimnasio.

Las 5 excusas más escuchadas para no ir al gimnasio, son:

  1. “No tengo tiempo”. Ajá, no tienes tiempo… para ir al gimnasio, ya que por muy ocupado que se esté, a lo largo de una semana siempre se pueden sacar huecos madrugando más o acortando un poco del tiempo de ocio. Recuerda que puedes realizar entrenamientos eficaces que pueden ayudarte a conseguir tu objetivo en tan solo 30 minutos, solo tienes que hablar con nosotros para que te hagamos propuestas.
  2. “Me pilla demasiado lejos”. En Barcelona se puede acudir al gimnasio de multitud de formas, una de ellas en bicicleta, ¡una buena forma de ir calentando! Y las distancias no son tan grandes, sobre todo si el gimnasio escogido está cerca de tu barrio o de tu lugar de trabajo. En nuestro caso, tenemos dos líneas de metro cercanas, con 3 paradas: Poble Sec, Paralel y Sant Antoni, contamos con carril bici en las calles contiguas y disponemos de parking para los que prefieren venir en coche o moto.
  3. “No me gusta ir solo”. Si te encuentras con que nadie te acompaña, y eres de los que les gusta charlar y compartir ese rato con amigos, familiares o pareja, pero ellos no están interesados en el gimnasio, se hace difícil, pero siempre hay alguien con quien se puede acudir que te puede sorprender como un vecino, un compañero de trabajo ¡o alguien que conozcas en una de las clases del gimnasio!
  4. “Me apunto después de vacaciones”. Salvo grandes períodos vacacionales y excepciones por motivos de trabajo, todos los meses hay algo que te va a permitir posponer el abonarte a un gimnasio. Si realmente quieres, comienza ya. Sacarás tiempo. Podemos ayudarte con un planning mensual de ejercicios según tus gustos y objetivos. El plan puede ser flexible en horarios, da igual si un día no puedes y tiene que ser al día siguiente, mientras semanalmente se realice lo estipulado en el plan.
  5. “No me hace falta”. ¿En serio? Puede que tu constitución física sea buena, pero si no practicas deporte a menudo, sea salir a correr, nadar, jugar a algún deporte de equipo, etcétera, con el tiempo acabarás notando falta de forma física e incluso dolores, por no hablar de los beneficios psicológicos que también da practicar deporte como liberar endorfinas, reducir el estrés, reducir la ansiedad… bien podríamos extendernos en esto, pero será en otra ocasión, lo importante es que es necesario practicar deporte tanto psicológica como físicamente así que ¡una excusa menos!

Y hasta aquí unos cuantos pretextos para no ir al gimnasio. ¿Cuáles sueles escuchar tú? ¿Cómo motivarías a un ser querido para que practique deporte a menudo? Organizarse y ponerse un objetivo son determinantes para cumplir con uno mismo y asistir al gimnasio. Las posibilidades son enormes y para todos los gustos: actividades dirigidas, natación, fitness, squash… Como dirían en Nike, Just do it. No obstante, creemos que detrás de las excusas se esconden motivos más profundos, porque muchas personas se apuntan al gimnasio porque realmente tienen esa intención de ir. ¿Qué hay detrás para que finalmente no acudan? Miedo, complejos, pereza… si os interesa podemos tratarlo en próximos posts.

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