Los beneficios de contar con un entrenador personal

El buen tiempo va llegando y empezamos a sentir la necesidad de ponernos en forma o cuidar la figura de manera eficaz. Pero al mismo tiempo que llega esta idea, también llegan las dudas:

¿Cómo puedo entrenar para perder esos kilos de más? ¿Qué tipo de actividades me ayudan a ganar masa muscular? Entreno cada día pero no consigo alcanzar los retos que me había marcado, ¿qué estoy haciendo mal? Empiezo con ganas pero a medida que pasa el tiempo me cuesta más ir al gimnasio, ¿cómo puedo mantener la motivación?

Son inquietudes que nos asaltan con frecuencia. Y es que muchas personas encuentran dificultades a la hora de iniciarse en la práctica física o que se inician pero luego no saben cómo encaminar su entreno hacia unos objetivos concretos.

En estas situaciones, contar con la figura del entrenador personal puede marcar la diferencia entre una actividad frustrante o un camino hacia el éxito. Se trata de un profesional que nos guía y nos motiva en todo momento, en base a nuestros objetivos. Nos ayuda a diseñar el programa de ejercicios más idóneo acorde a nuestras características y hace que el entreno sea mucho más ameno.

 

Un entrenador personal para todos

La figura del entrenador personal ha dejado de ser una moda o una opción sólo para unos pocos con dinero para convertirse en una figura importante dentro del mundo de la salud. Esto es debido a que, en los últimos años, la actividad se ha popularizado, llegando a ser accesible a todo el mundo. Y por otro lado, porque el usuario ha ido viendo cada vez más las ventajas que supone tener un entrenador personal que conduce y supervisa el entreno.

En efecto, el entrenamiento personal implica la supervisión directa, constante y personalizada por parte de un profesional de la salud cualificado que nos dará las indicaciones oportunas para el desempeño de los distintos ejercicios. Incluso podrá recomendarnos los servicios de otros profesionales tales como dietistas, masajistas o fisioterapeutas que nos ayuden a complementar la actividad.

 

Inverte en salud

La figura del entrenador se compromete con el usuario a hacer todo lo que esté en su mano para que el entreno resulte divertido y seguro, buscando ejercicios variados y adecuados a cada momento o necesidad.

Por ello, este servicio resulta especialmente efectivo para aquellos a los que les cuesta ir al gimnasio o para aquellos que se ven obligados a entrenar por motivos de salud o para la recuperación de lesiones.

El entrenador personal queda con el usuario, quien se siente más motivado y obligado a cumplir con esta cita. Asimismo, según nuestra experiencia, a los que suelen acusar aburrimiento a la hora de entrenar por sí mismos o a los que están estancados, no consiguen mejorar y están a punto de desmotivarse, el entrenador les propone nuevos retos, alcanzables y reales. Esto devuelve al usuario las ganas de seguir y de llegar a los objetivos marcados.

 

También para los más experimentados

Además, la acción del entrenador personal puede ayudar a los que están más experimentados, porque les ayuda a revisar la técnica y a mejorar aquellos aspectos que permitan su perfeccionamiento.

Así pues, gracias a las sesiones de fitness, a la musculación y a los ejercicios aeróbicos podemos ir viendo en cuestión de semanas nuestra progresión física, como por ejemplo la tonificación de los músculos, el adelgazamiento o el aumento volumen muscular, según sea el objetivo que nos hayamos fijado.

En resumidas cuentas, confiar la actividad física a un entrenador personal equivale a evitar lesiones, lograr nuestros objetivos antes y con mejores resultados, mantener la motivación gracias a la variedad de ejercicios y supervisión directa y, sobre todo, equivale a aprovechar el tiempo en pro de nuestra salud.

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